La fiesta número cuatro, con la que desde el Rototom Sunsplash llegábamos este viernes a nuestro ecuador, también se ha caracterizado por estar bajo la bandera del gran eclecticismo que existe entre los distintos subgéneros del reggae.

El digno sustituto de Black Uhuru, que desapareció del programa tras la cancelación de su gira europea, fue uno de los personajes más excéntricos de la música jamaicana, a saber, Eek-A-Mouse, la encarnación ideal de la locura y los excesos del dancehall jamaicano de los años 80 y 90.

La música que nos emociona a menudo tiene el poder de hacernos viajar virtualmente sin que nos movamos de donde estamos y de recordarnos épocas pasadas. Y el gran eclecticismo de esta tercera noche del Rototom 2022 tuvo la capacidad de llevarnos a muchos lugares y épocas diferentes.

La primera parada fue la cuna del reggae en un momento crucial en el desarrollo de la tradición de la música que más nos gusta. Este año suele ser habitual que los maestros del roots @ culture jamaicanos actúen en primer lugar en el escenario principal. Y anoche le tocó...