Ser circular implica dar valor a los productos y materiales utilizados para llevar a cabo una actividad determinada, y lograr que todos estos recursos implementados tengan un uso eficiente y la mayor duración en el tiempo posible, para reducir al mínimo la generación de residuos y el impacto sobre el medio ambiente.
El festival internacional reggae Rototom Sunsplash, que se celebra en Benicàssim (Castelló), del 16 al 21 de agosto, retoma en su 29ª edición esta senda de la circularidad aplicada desde sus orígenes. Un verano más, las Tres R -reducir, reutilizar y reciclar- rugen con fuerza en este encuentro planetario en torno a la música jamaicana que ya ha activado su cuenta atrás. La fórmula es sencilla, pero firme: se trata de reducir al máximo la generación de residuos y dar una segunda vida a aquellos cuya generación no se haya podido impedir.
Estas son las claves para ser un festival ‘en círculo’ y en plena sintonía con el entorno.
Vasos 100% reutilizables y con residuos 0
Una de las apuestas por la economía circular se plasma en el sistema de vasos reutilizables que impera en el Rototom Sunsplash, con el que no sólo se evita el consumo de plástico (consolidando el sello ‘plastic free’ del festival) sino que reduce edición tras edición el consumo de este material para producir nuevos vasos.
“Podemos decir que nuestros vasos son 100% reutilizables, y con residuos cero. No hacemos colecciones de usar y tirar en cada edición. Cada año hacemos el esfuerzo de lavar e higienizar los vasos para reutilizarlos con plenas garantías al año siguiente”, explica Fiachra Mc Donagh, responsable del área de sostenibilidad y solidaridad del festival.
Este año, como novedad, el público podrá devolver el vaso en las barras instaladas dentro del recinto, con el consiguiente reintegro de lo abonado por su adquisición.
Proximidad para reducir emisiones
“Después de 15 años en Benicàssim, podemos afirmar que somos un festival de proximidad”, sostiene Mc Donagh. La mayor parte del equipo que hace posible Rototom Sunsplash reside en la provincia y la organización recurre a proveedores del territorio y recursos a nivel local, provincial y autonómico, desde la logística a la hostelería, para sacar adelante cada edición.
Como datos, en las labores de montaje del recinto y la acampada del año pasado, sobre una superficie total de 300.000 metros cuadrados, participaron 200 empresas, el 70% de ellas de perfil local y provincial; el 100% de la fontanería y del servicio de transporte fue de Castelló; en cuanto a electricidad, el 65% de las firmas provenía de Benicàssim y el 35% de València; el 60% del sonido se gestionó desde la provincia -y el resto entre València y Barcelona-; mientras para los trabajos en altura se recurrió a profesionales de Benicàssim y la capital del Túria.
Un patrón similar año tras año en unos trabajos de montaje que suman otros tintes sostenibles: se apuesta por la reutilización y aprovechamiento de los materiales de la escenografía artesanal creada por un equipo especializados, sin minar la seguridad ni la creatividad, y que cada verano llena el recinto de réplicas del icónico león y el omnipresente verde, amarillo y rojo.
Autogestión del reciclaje y nueva iluminación fotovoltaica
Un verano más, Rototom Sunsplash asume el reto de reciclar y gestionar responsablemente sus propios residuos. Este año lo hará bajo un sistema de autogestión.
Además, se refuerza la eficiencia y sostenibilidad del sistema de iluminación, con la instalación de nuevas farolas led fotovoltaicas en el recinto (10 unidades, para iluminar accesos y salidas de emergencia) y en la acampada (otras 10 para las zonas comunes).
Gracias a ellas el festival eliminará el consumo de hasta 2 kilómetros de cable de cobre en el recinto; y 500 metros de cableado en el caso del camping, además de lograr una reducción en el consumo de 4.000 vatios en cada uno de los espacios, con la consecuente caída de emisiones.
Apoyo a proyectos sociales del territorio
Junto a las acciones medioambientales, Rototom Sunsplash articula cada año iniciativas para respaldar proyectos sociales de entidades vinculadas al territorio. Este año la recaudación ayudará a financiar la compra de dos furgonetas adaptadas para las personas usuarias de AFA Castelló y Cocemfe Castelló. También servirá para apoyar las acciones de L’Aurora Grup de Suport, concretamente el proyecto para implementar en Sicilia una flota de rescate civil humanitario como la que ya opera en el litoral de Castelló; y contribuirá al programa ‘Teléfono/Chat ANAR de ayuda a niños, niñas y adolescentes en riesgo en la Comunidad Valenciana’ de la Fundación ANAR.
¿Cómo? En la edición 2024, las personas beneficiarias de los abonos de acceso libre al festival (menores de 13 años, mayores de 65 y personas con discapacidad superior al 65% acreditada) podrán destinar los 10 euros simbólicos aportados previamente en el momento de recoger su ticket a una de las cuatro entidades anteriores.
Además, las obras de arte en directo que integrarán la Social Art Gallery, el museo a cielo abierto del festival, saldrán a la venta con el objetivo de respaldar con ella nuevos proyectos sociales.