En la edición ‘United for Peace’, el Rototom Sunsplash se viste con los colores de la paz. Toda la escenografía elegida para proyectar el lema de 2023, desde los renovados accesos al recinto de conciertos hasta el Main Stage o el icónico símbolo de la paz que luce cada verano en el eje central del festival, se tiñe con las siete líneas arcoíris que colorean la bandera oficial de la paz.
Siete pinceladas para decir sí a la paz y no a la guerra. Y para tender puentes entre toda la humanidad, como el arcoíris sobre el que se extienden, símbolo de la armonía entre la tierra y el cielo.
Porque la bandera con los colores del arcoíris como símbolo de la paz ha sido utilizada a nivel internacional en múltiples marchas pacifistas y en contra de los conflictos bélicos. Movimientos en favor de la paz a los que nos sumamos desde el festival y que queremos visualizar de forma enérgica para poder compartirlos con nuestro público. Internacional. Intercultural. Diverso.
La bandera de la paz con los colores del arcoíris tiene origen inca. Al parecer, esta civilización fue la primera en pintar el arcoíris en una bandera. Gesto que también hicieron los nativos americanos. En 1900, la bandera del arcoíris se convierte en el estandarte de los movimientos por la paz.
Así ocurrió por ejemplo en Italia, donde esta bandera se institucionaliza en 1961, en la primera marcha por la paz Perugia-Asís, inspirándose en todas esas banderas multicolores utilizadas en diferentes manifestaciones anteriores contra las armas nucleares.
Su uso ha rebasado fronteras, llegando a diferentes países, que han ido incluyendo sobre la bandera la palabra ‘paz’ en sus respectivos idiomas.
Esa palabra: ‘paz’. Que hoy reivindicamos con más fuerza que nunca, desde la edición ‘United for Peace’ del Rototom Sunsplash.