22 agosto 2015
“Nuestra música es un viaje”. Un viaje sonoro con el que los italianos Triad Vibration han llevado esta semana, de la mano del Rototom Sunsplash, un poco de libertad a 200 reclusos del centro penitenciario de Albocàsser, en Castellón.
No es la primera vez que esta banda con más de 15 años de trayectoria y una característica fusión de percusión, ritmos tribales, electrónica y funky, acerca el festival a quienes cumplen condena entre rejas. Ya lo hicieron hasta en tres ocasiones cuando el Rototom Sunsplash se celebraba en Italia, y ahora repiten.
“Ha sido muy emocionante, muy fuerte, una experiencia muy gratificante, porque sentimos que hemos podido darle a esta gente un momento de libertad y felicidad máxima con nuestra música; les hemos brindado la posibilidad de que por unas horas pensaran en otra cosa”, explica Walter Tanni Mandelli, el ‘alma mater’ de Triad Vibration, una formación que integran también Gennaro Scarpato (percusión), Elio Salfa (bajo), y Francesco Curatella (guitarra).
Su actuación en el centro penitenciario dista mucho de los dos conciertos que la banda ha ofrecido esta edición en el Showcase y en el African Village, pero sólo en lo que a cuestiones de ‘escenario’ se refiere, porque la reacción del público ha sido común en los tres shows: entrega absoluta.
“Al principio estaban un tanto cerrados, como expectantes –explican en alusión a los 200 reclusos que abarrotaron el pasado miércoles el salón de actos del centro penitenciario- pero tras la primera canción reaccionaron, fue como la chispa que enciende el fuego, y a partir de ahí, cada solo de guitarra, cada tema, cada gesto por nuestra parte, fue un pretexto para mostrar sus emociones y disfrutar del concierto”.
“Les hemos hecho viajar”.