
Gracias a nuestra política para reducir las botellas de plástico en cada edición, finalmente hemos logrado eliminarlas completamente del recinto, evitando que miles y miles de envases acaben en la basura. También hemos eliminado totalmente el uso de vasos de plástico, sustituyéndolos por vasos reutilizables que se pueden adquirir previo depósito. En los últimos años también hemos extendido el uso de pajitas, platos y cubiertos de biocompostaje, elaborados a partir de materiales biodegradables como la caña de azúcar, la fécula de maíz o la madera, a todos los servicios de catering del festival. Su reciclaje junto a la basura orgánica permite que puedan ser reutilizados para fabricar compost.

Una colilla abandonada en el suelo tarda entre uno y diez años en degradarse. Para evitar este riesgo y facilitar que los visitantes puedan colaborar para mantener limpio el festival se instalarán 40 contenedores para colillas en el recinto de espectáculos y en la acampada.

Hemos ampliado la superficie vegetal del recinto de conciertos plantando más de 300 árboles en las zonas de acampada, con el fin de compensar las emisiones de CO2 del festival y aumentar las zonas de sombra del camping.

Para conseguir disminuir (y posteriormente eliminar) las botellas de plástico del festival hemos impulsado, en colaboración con Ecozona Iberian, la instalación de 50 puntos de agua en los que se pueden rellenar botellas y vasos reutilizables con agua fría (con o sin gas) microfiltrada y osmotizada.

Desde 2014 todos los escenarios del festival se iluminan con tecnología LED, lo que nos permite reducir en más de un tercio el consumo eléctrico de los mismos. También hemos ido introduciendo progresivamente esta tecnología en el resto de espacios del festival, lo que nos ha permitido reducir en más de un 80% el consumo energético diario del festival. Las tiendas de merchandise del festival funcionan con paneles solares, con los que se autoabastecen de energía. El backstage y la zona de hospitalidad disponen de sombrillas equipadas con paneles solares que permiten recargar teléfonos móviles y tabletas, además de proporcionar iluminación durante la noche.

Edición tras edición hemos incrementado el número de contenedores de recogida selectiva de residuos y papeleras, tanto en el recinto como en los restaurantes y las zonas de acampada. Más de 500 contenedores de diferentes tamaños nos permiten una distribución capilar, para hacerlos llegar directamente a los lugares donde se generan los residuos.

La movilidad sostenible es otra de nuestras premisas. Apostamos por el uso del transporte público o colectivo para llegar hasta el recinto de conciertos. Además de habilitar una línea de buses que enlaza durante las 24 horas con Benicàssim y sus playas, disponemos de transfers especiales hasta el aeropuerto y animamos a nuestro público a compartir vehículo para venir hasta el festival. Dentro del recinto, cada año ponemos a disposición de los asistentes un servicio de alquiler de bicicletas para que puedan desplazarse de forma cómoda y respetuosa con el medio ambiente.

Desde el Solé Rototom Beach, el chiringuito oficial del festival, y la Asociación Cultural Exodus se llevan a cabo cada temporada diferentes acciones colectivas para limpiar la costa de plásticos, colillas y basura y concienciar sobre la necesidad de cuidar el entorno.

En 2013 apostamos por la reutilización del agua con la instalación de dos depósitos para reutilizar, previo filtrado, el agua del sumidero de las duchas para rellenar las cisternas de los inodoros. En 2019 ampliamos este sistema de reciclaje de aguas a los fregaderos del camping.

Durante los últimos años, de forma paulatina, hemos reducido el consumo de papel y otros soportes en nuestras comunicaciones. La edición de cartelería de forma compartida con empresas colaboradoras en la organización de conciertos y eventos ha permitido reducir de forma exponencial el número de flyers impresos para uso publicitario. Para las fotocopias e impresiones empleamos papel reciclado.

Creamos diferentes puntos de trueque en el camping para que los asistentes al festival puedan intercambiar, regalar o prestar cosas o alimentos y evitar que lo que ya no necesitamos acabe en la basura.

Promovemos acciones de responsabilidad social corporativa y destinamos parte de nuestros beneficios a proyectos sociales y colaboraciones con ONG de diferentes partes del planeta. Además, gracias al apoyo de nuestro público y a decenas de voluntarias y voluntarios, por medio de la campaña de recogida de vasos reutilizables impulsada por la Asociación Cultural Exodus, en 2017 recaudamos 12.000€ a favor de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Castellón y en 2018 se recaudaron 13.000€, destinados apoyar la labor de Proactiva Open Arms.

Desde la primera edición fomentamos la comercialización, adquisición y consumo de productos locales en todas las áreas y sectores del festival, desde la alimentación a la logística. Por un lado, el área de camping pone cada año al alcance de los usuarios una amplia gama de productos y artículos kilómetro cero. Por otra parte, apostamos por la adquisición de productos de proximidad en áreas como la logística. A la hora de comprar materiales de construcción, iluminación, cableado o mobiliario, entre otros, acudimos en la medida de lo posible a proveedores locales, de modo que la inversión revierta en empresas de la propia Comunidad Valenciana.
A su vez, en los establecimientos de Rotobar incidimos de forma especial en la comercialización de bebidas y comestibles procedentes de marcas éticas.

Nuestro compromiso con el entorno, que reforzamos cada año, nos ha permitido ser reconocidos en dos ocasiones, en 2009 y 2010, con el premio A Greener Festival Award, que nos identifica como uno de los festivales europeos más atentos y respetuosos con el medio ambiente.

¿Sabes cuánta comida se tira a la basura en un año? Solo en España los hogares españoles tiran al año 1,5 millones de toneladas de alimentos válidos para el consumo. Un desperdicio que no se puede aceptar. Por ello, este año estrenamos colaboración con el Banco de Alimentos de Castellón. ¿Cómo? Invitando el último día del festival a los restaurantes y al público a donar los alimentos que sobren para luego redistribuirlos gratuitamente, a través de las organizaciones benéficas asociadas con el Banco, a las personas sin recursos de toda la provincia.

Rototom Store, la tienda de merchandise del festival le hace un guiño especial al planeta y refuerza su apuesta por prendas de algodón ético y orgánico producido bajo un programa de reducción de huella de carbono y el uso de tintas al agua. Además, ganan peso los artículos textiles unisex, para unificar armarios, sexos y poder compartirlo todo.
