16 agosto 2018
Talleres, actividades, conciertos y un sinfín de opciones hechas a la medida para que niños y niñas puedan formar parte de la experiencia Rototom
Tal vez la magia de algo tan sencillo como un taller de máscaras resida en que, por un momento, puedan ser quien quieran ser. Convertirse en león que ruge valiente, por ejemplo, mientras conocen a nueva gente y aprender nuevos valores y cooperación. Nos encontramos en el taller de máscaras de Magicomundo, área del Rototom Sunsplash dedicada al público infantil. Un espacio que propone una programación hecha a medida para que ellos y ellas también se sientan parte del festival, para que puedan empaparse de la filosofía de amor, solidaridad y paz que lleva impulsando el festival desde hace ya 25 años.
Son las miradas de curiosidad que despierta cada espectáculo con el que se topan. Las sonrisas cuando participan en los talleres junto a otros niños o su propia familia. Verles bailar al ritmo de la música reggae o corretear por un recinto que esconde un montón de rincones que merece la pena descubrir. Es la solidaridad y cooperación. Es ese brillo especial que desprenden.
El taller de máscaras capitaneado por el equipo de Formigues Festival (quienes también saben muy bien la importancia de dar forma a un festival en formato mini) es tan solo una de las muchas opciones que podrán encontrar en el festival. Compartir, crecer y aprender, este es el lema con el que se impulsa la programación de MagicoMundo a través de diferentes territorios temáticos: Agua, Tierra, Mundoalidades, Imaginarium, Sueña y Reconecta. Y no es la
única área, el Mercado ArteSano y African Village son dos de los espacios que programan talleres y actividades pensando especialmente en el público familiar e infantil.
Pero esto no es todo. La gran singularidad del Rototom Sunsplash reside en que se convierte en un festival perfecto para ser disfrutado en familia. Formar parte de cada una de sus áreas, disfrutar de los conciertos, perderse en el mercadillo o disfrutar de la oferta gastronómica se convierte en un particular viaje hecho a la medida de todo tipo de público, y del familiar también. Un rincón de paz en el que niños y niñas podrán encontrarse con nuevas culturas y formas de entender el mundo. ¿Y puede haber algo más mágico y con más significados que esto?