15 Agosto 2015
“Somos fósiles”, se dice a sí mismo el deejay Josey Wales ante una abarrotada Reggae University acompañado por otro fósil, Brigadier Jerry (que se podrán ver sobre el Main Stage el domingo 16). Pero lo cierto es que son dos leyendas de la música dancehall y raggamuffin, aquellos que sacaron a la luz un nuevo género y despertaron la otra cara jamaicana. También suena “Everybody bawling” de Brigadier Jerry. Se respira dancehall en la Reggae University durante primera jornada del festival.
Y así todos los que se encontraban en la Reggae University han recorrido la historia del dancehall junto a estas dos figuras que explican de qué manera, como el mismo Brigadier Jerry expone, es mucho más que una música o un baile de discoteca. Se trata de una cultura con muchos años de vida, que ellos ejemplifican a la perfección, un canal más para conseguir transmitir el mensaje rastafari, su crecimiento, lucha y paz como es la música reggae. El momento en el que Jamaica se abre al mundo. ¿El mejor ejemplo de esto? El propio Josey Wales lo da: Rototom. Un objetivo que puede que los nuevos artistas dancehall estén olvidando, como apuntan y critican ambas figuras (con un Sean Paul que sale dañado), recalcando que no se debe olvidar nunca el origen. Tampoco se puede hablar del género sin abordar la imprescindible figura del sound system y la aparición del los primeros deejays, aquellos que decidieron coger el micro para montarse sobre el ritmo.
Sobre esto mismo hace referencia Super Cat. Y, es que, no se puede hablar de dancehall y de su historia sin contar con la figura de Don Dadda, que entra, con un retraso que sólo a alguien como él se le puede perdonar, en la Reggae University entre aplausos. “Never stop”, esa es y ha sido su constante. Super Cat explica su relación con el dancehall y la música reggae, que define en actitud ante un público que permanece embobado ante sus palabras. No da mucho tiempo a tratar con profundidad distintas etapas de su carrera, aunque el artista no se olvida ni de lo bueno ni de lo malo. Eso sí, Super Cat no se ha querido ir sin antes dejar claro que no existen distinciones entre géneros, sólo sentir. Al fin y al cabo, y como bien remarca también Brigadier Jerry, si es bueno para uno tiene que ser bueno. Bueno, eso y que salgamos a bailar.
Asun Pérez